Escrito que SUR no ha querido publicar
Solo unos comentarios, sobre el artículo “Tercios” publicado hoy en la página de Opinión. La autora del artículo, aprovechando una crítica a las identificaciones erróneas de 32 víctimas del desgraciado accidente del Yak-42, (esto se deduce, no se cita expresamente), arremete ofendiendo, denigrando y humillando, a todo y a todos: “la Corona en perfecto silencio”, “los ejércitos, ya se sabe, sirven para las marchas callejeras”, “los generales... se pasan por el forro de los calzones el respeto a su muerte” y “da la impresión de que nuestros soldados sirven para ceremonias públicas de alto copete”, estas expresiones son solo una muestra de la mesura, consideración y calidad de sus expresiones.
Se puede criticar y con dureza las identificaciones erróneas de las 32 víctimas, pero lo que no se puede es generalizar y mucho menos establecer cómo norma de comportamiento de la cadena de mando la falta de respeto a su muerte, al afirmar “sin responsabilidad para sus mandos”. La autora no opina, vomita; no comenta, lanza piedras. Si hay algún colectivo que haya sentido y le haya dolido de verdad la muerte de los 62 compañeros, cómo la de todos los que dan su vida en el cumplimiento de su deber, es a toda la institución de las Fuerzas Armadas, a todos sus miembros, empezando por el Rey. A todos nos repugna el resultado de las identificaciones y deseamos que a sus responsables, a todos, les caiga el peso de la Ley.
En el artículo, se pone especial énfasis en despreciar al actual Soldado profesional, al decir que “ahora les dan un sueldito”, que “no han de dedicarse a la mendicidad una vez terminado el contrato”, que “se atiende a sus viudas (si son legales)” y que “deben tener un rancho bastante decente”. Con estas perlas, creo que el Ministerio de Defensa ya ha encontrado a la autora de los eslóganes publicitarios para la captación de la Tropa Profesional.
Ya que cita a los Tercios de Flandes, quiero recordarle, que los herederos de hoy de aquellos, son los Tercios de La Legión, que inspirados por su Credo Legionario, han sido, son y seguirán siendo, unas Unidades heroicas, ejemplares y envidiables.
Si se realiza la afirmación “con honor a veces ridículo”, no hace falta acudir a nadie para preguntarle que es el honor, su definición está en el Diccionario de la RAE: Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes.
Para terminar, recordar aquellos sonetos de Calderón de la Barca, soldado de Infantería de aquella época: “Aquí la más principal hazaña es obedecer y el modo de merecer, es no pedir ni rehusar. Aquí en fin, la cortesía, el buen trato, la verdad, la firmeza, la lealtad, el valor, la humildad y la obediencia, fama, honor y vida son caudal de pobres soldados; que en buena o mala fortuna, la milicia no es más que una religión de hombres honrados” y que “Todo lo sufren, lo que no sufren es que les hablen alto”.
Carlos Gabari Lebrón
General de División (R)
Se puede criticar y con dureza las identificaciones erróneas de las 32 víctimas, pero lo que no se puede es generalizar y mucho menos establecer cómo norma de comportamiento de la cadena de mando la falta de respeto a su muerte, al afirmar “sin responsabilidad para sus mandos”. La autora no opina, vomita; no comenta, lanza piedras. Si hay algún colectivo que haya sentido y le haya dolido de verdad la muerte de los 62 compañeros, cómo la de todos los que dan su vida en el cumplimiento de su deber, es a toda la institución de las Fuerzas Armadas, a todos sus miembros, empezando por el Rey. A todos nos repugna el resultado de las identificaciones y deseamos que a sus responsables, a todos, les caiga el peso de la Ley.
En el artículo, se pone especial énfasis en despreciar al actual Soldado profesional, al decir que “ahora les dan un sueldito”, que “no han de dedicarse a la mendicidad una vez terminado el contrato”, que “se atiende a sus viudas (si son legales)” y que “deben tener un rancho bastante decente”. Con estas perlas, creo que el Ministerio de Defensa ya ha encontrado a la autora de los eslóganes publicitarios para la captación de la Tropa Profesional.
Ya que cita a los Tercios de Flandes, quiero recordarle, que los herederos de hoy de aquellos, son los Tercios de La Legión, que inspirados por su Credo Legionario, han sido, son y seguirán siendo, unas Unidades heroicas, ejemplares y envidiables.
Si se realiza la afirmación “con honor a veces ridículo”, no hace falta acudir a nadie para preguntarle que es el honor, su definición está en el Diccionario de la RAE: Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes.
Para terminar, recordar aquellos sonetos de Calderón de la Barca, soldado de Infantería de aquella época: “Aquí la más principal hazaña es obedecer y el modo de merecer, es no pedir ni rehusar. Aquí en fin, la cortesía, el buen trato, la verdad, la firmeza, la lealtad, el valor, la humildad y la obediencia, fama, honor y vida son caudal de pobres soldados; que en buena o mala fortuna, la milicia no es más que una religión de hombres honrados” y que “Todo lo sufren, lo que no sufren es que les hablen alto”.
Carlos Gabari Lebrón
General de División (R)
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