La decisión pondría fin a una tradición que se inició hace 83 años y que vincula a la Armada con la Congregación de Mena Los cofrades tratan de que el Ministerio de Defensa cambie de idea
DIARIO SUR DE MÁLAGA
PEDRO LUIS GÓMEZ
MÁLAGA
El Ministerio de Defensa ha decidido reducir a la mitad el número de caballeros legionarios que desfilarán el Jueves Santo con el Cristo de la Buena Muerte, Patrono y Protector del Tercio, así como la llegada de las tropas en el barco de la Armada Española, por lo que se pondría fin a una tradición de hace 83 años y uno de los momentos más populares de la Semana Santa malacitana: el desembarco de los legionarios en el puerto, que es seguido en la mañana del el Jueves Santo por decenas de miles de personas.
La decisión, que aún no se ha comunicado oficialmente a la Congregación de Mena, tiene una amplia repercusión en los ámbitos cofrades y sociales malagueños, donde el Jueves Santo es uno de los días estelares con masiva asistencia de público a los diversos actos y procesiones. «Lo que nos faltaba es que nos quiten La Legión el jueves...», se quejaba amargamente un conocido profesional de la hostelería malagueña, que como tantos otros está viéndose muy afectado por la crisis económica que soporta toda España.
La disminución de los caballeros legionarios afectaría también a Antequera, pero aún de forma más drástica: en la Ciudad del Torcal no habrá tropas legionarias esta próxima Semana Santa. En Alhaurín y en Ronda, la presencia podría ser casi testimonial.
Negociaciones
Al parecer, la decisión se ha adoptado desde la cúpula militar regional, con sede en Sevilla, y está a la espera de que Defensa dé su definitivo visto bueno, trámite que los cofrades malagueños tratan de evitar por todos los medios con negociaciones al más alto nivel, que aún no han dado sus frutos.
La presencia de las tropas legionarias en el Jueves Santo malagueño se remonta al año 27 del pasado siglo, cuando se inició la relación entre La Legión y el Cristo de Mena, que poco después sería designado Patrono y Protector del cuerpo del Ejército de Tierra español. Desde entonces, la llegada legionaria no sólo es un acto cofrade, sino que se ha convertido en un verdadero fenómeno social de masas, con decenas de miles de personas abarrotando todas las calles malagueñas a lo largo de un intenso día repleto de actos.
Igualmente, los mandos y caballeros legionarios, muy vinculados a Málaga por su estrecha relación con la Congregación de Mena, se muestran siempre interesados en venir a Málaga, porque en pocos lugares reciben un homenaje popular tan cálido y sentido como el que los malagueños les tributan, ya que como manifestara en su día el general Tomás Pallás, jefe subinspector de La Legión en la década de los años 80, «es una de esas cosas que sirven para que el pueblo se sienta unido a su Ejército, y aquí, en Málaga, es una especie de juramento que se renueva año tras año».
El hermano mayor de la Congregación de Mena, Antonio González, mantuvo un prudente silencio a las preguntas de este periódico sobre el tema. «Hay que entender mi postura como máximo responsable de Mena; nuestro objetivo es arreglar todos los posibles problemas que surjan y buscar la máxima solemnidad el Jueves Santo». González reconoció que en estos últimos días ha mantenido diversos contactos con altos cargos del Ministerio de Defensa, si bien no quiso revelar el contenido de los mismos.
Sin embargo, pese al lógico mutismo de los responsables de Mena, que luchan contra el reloj, según ha podido confirmar SUR, la decisión de Defensa va a ser drástica: disminuirá la presencia de las tropas en Semana Santa en un 50% en los lugares a los que iba de forma habitual, y en aquellas localidades a donde acudan las tropas, estas se reducirán a la mitad. Eso quiere decir que, si cada año venían a Málaga cien legionarios, este próximo Jueves Santo sólo desfilarán cincuenta. Igualmente, la Armada tiene decidido no botar el buque que transporta habitualmente a las tropas, por lo que se suprimiría el popular desembarco legionario en el puerto de Málaga.
La decisión, que aún no se ha comunicado oficialmente a la Congregación de Mena, tiene una amplia repercusión en los ámbitos cofrades y sociales malagueños, donde el Jueves Santo es uno de los días estelares con masiva asistencia de público a los diversos actos y procesiones. «Lo que nos faltaba es que nos quiten La Legión el jueves...», se quejaba amargamente un conocido profesional de la hostelería malagueña, que como tantos otros está viéndose muy afectado por la crisis económica que soporta toda España.
La disminución de los caballeros legionarios afectaría también a Antequera, pero aún de forma más drástica: en la Ciudad del Torcal no habrá tropas legionarias esta próxima Semana Santa. En Alhaurín y en Ronda, la presencia podría ser casi testimonial.
Negociaciones
Al parecer, la decisión se ha adoptado desde la cúpula militar regional, con sede en Sevilla, y está a la espera de que Defensa dé su definitivo visto bueno, trámite que los cofrades malagueños tratan de evitar por todos los medios con negociaciones al más alto nivel, que aún no han dado sus frutos.
La presencia de las tropas legionarias en el Jueves Santo malagueño se remonta al año 27 del pasado siglo, cuando se inició la relación entre La Legión y el Cristo de Mena, que poco después sería designado Patrono y Protector del cuerpo del Ejército de Tierra español. Desde entonces, la llegada legionaria no sólo es un acto cofrade, sino que se ha convertido en un verdadero fenómeno social de masas, con decenas de miles de personas abarrotando todas las calles malagueñas a lo largo de un intenso día repleto de actos.
Igualmente, los mandos y caballeros legionarios, muy vinculados a Málaga por su estrecha relación con la Congregación de Mena, se muestran siempre interesados en venir a Málaga, porque en pocos lugares reciben un homenaje popular tan cálido y sentido como el que los malagueños les tributan, ya que como manifestara en su día el general Tomás Pallás, jefe subinspector de La Legión en la década de los años 80, «es una de esas cosas que sirven para que el pueblo se sienta unido a su Ejército, y aquí, en Málaga, es una especie de juramento que se renueva año tras año».
El hermano mayor de la Congregación de Mena, Antonio González, mantuvo un prudente silencio a las preguntas de este periódico sobre el tema. «Hay que entender mi postura como máximo responsable de Mena; nuestro objetivo es arreglar todos los posibles problemas que surjan y buscar la máxima solemnidad el Jueves Santo». González reconoció que en estos últimos días ha mantenido diversos contactos con altos cargos del Ministerio de Defensa, si bien no quiso revelar el contenido de los mismos.
Sin embargo, pese al lógico mutismo de los responsables de Mena, que luchan contra el reloj, según ha podido confirmar SUR, la decisión de Defensa va a ser drástica: disminuirá la presencia de las tropas en Semana Santa en un 50% en los lugares a los que iba de forma habitual, y en aquellas localidades a donde acudan las tropas, estas se reducirán a la mitad. Eso quiere decir que, si cada año venían a Málaga cien legionarios, este próximo Jueves Santo sólo desfilarán cincuenta. Igualmente, la Armada tiene decidido no botar el buque que transporta habitualmente a las tropas, por lo que se suprimiría el popular desembarco legionario en el puerto de Málaga.
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