viernes, 21 de marzo de 2008

Mena. La más hermosa historia de amor...

Pedro Luis Gómez
En Málaga, la Buena Muerte es la vida. No es una incongruencia, sino una verdad como un templo. Conforme pasan las horas del Miércoles Santo, la ciudad se va transformando con una profundidad tan intensa que es amor cofrade derramado en la procesión. Conforme llega el Jueves Santo legionario y de esperanza, la mutación se produce ante los ojos de propios y extraños. Es como la eclosión del azahar. Con el Jueves Santo, en Málaga, pasa igual. Se palpa en un ambiente que denota la expectación que existe ante lo que se va a ver, ante lo que va a venir... ¡Menudo día!
de pronto llega: es Jueves Santo, el Jueves Santo malagueño, ese con el que tanto disfrutaba mi padre, que nunca llevó un trono, que nunca fue hermano de cofradía alguna, pero que disfrutaba como pocos con su Semana Santa y que a sus hijos los enseñó a amarla y a quererla.
Cristo de la Buena Muerte. El de Mena que es de Palma. Todos van detrás de su estela. Tras Él, La Legión y Málaga entera en la calle. Es el día de las casas vacías y de las calles repletas, con la Buena Muerte Cristo y la Soledad Virgen como señal de vida. Málaga revienta como el azahar en este día tan ansiado, que llegue en el mes que llegue, en marzo o en abril, siempre lo hace con la misma fuerza, con las mismas ganas, con la misma energía.
Detrás del rastro del Cristo de la Buena Muerte iremos todos. Hay algunos, incluso, que lo hacen todo el año. Aquellos que siguen su estela, su huella, que lo buscan siempre y, claro, siempre lo encuentran... Jueves Santo malagueño. Es el Patrono y Protector de La Legión Española. Es el Cristo que está en el corazón legionario, soldados de España, valedores de nuestra Constitución, servidores de la patria, defensores de nuestras libertades, garantes de la paz. Esta Semana Santa se cumplen los 79 años de una hermosísima historia de amor que sólo en Málaga puede escribirse, la del Cristo de la Buena Muerte con La Legión Española: y es que el Novio de la Muerte se enamoró del Cristo de la Buena Muerte...

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