La afición insufla la energía necesaria en un partido en el que Jiménez, Gomis y Kelati dieron un paso al frente
Nacho Rodrigo / Málaga
La afición del Unicaja anima con las bufandas en alto durante un lance del encuentro de ayer.
Sergio Scariolo saluda en el palco a Rafael Jiménez, gerente de Unicaja.
0 votosBerni Rodríguez compareció en el parqué del Carpena con unas muletas y Marcus Haislip, con unas bermudas y una camiseta blanca. El Unicaja afrontaba el segundo choque de su semifinal sin su capitán y sin su mejor jugador. Paulao Prestes se vestía por si hacía falta. El panorama engrandecía la dificultad de ganar al Barcelona. Pero el equipo malagueño se agarró a su afición, al mágico ambiente que se crea en el Carpena en cada partido de la importancia del de ayer. El pabellón cajista suplió las bajas y arropó a los suyos como tantas veces había hecho. Ni el triple de Andersen, que parecía culminar la remontada culé, logró apagar la fe.
La particular versión cajista del himno que la Legión entona cada Jueves Santo por las calles de Málaga se ha convertido ya en un canto de guerra. "Nadie sabía la guerra que este equipo les daría pero partido a partido la victoria se alcanzó", dice una de las estrofas retocadas por la afición malagueña. Algo sí debió pasar por la mente del Barça tras hincar la rodilla después de nueve victorias consecutivas ante el equipo malacitano en partidos de play off. El décimo le salió rana. Y ahora deberá buscar en el Palau el billete para la final.
ex cajistas
Cuatro ex cajistas se dieron cita anoche en el Martín Carpena. Sobre el parqué, Fran Vázquez revivió una vez más la pesadilla que supone para él regresar al pabellón malagueño. Pitos en su presentación, pitos cada vez que salía de la pista y pitos cada vez que volvía a ella. La afición cajista sigue sin perdonarle su marcha al Akasvayu. También de blaugrana (ayer de amarillo chillón), Daniel Santiago, el pívot del Unicaja campeón de Liga, que en su segundo partido en el Carpena como barcelonista sólo provocó indiferencia. El gallego, pese a su grisáceo partido de ayer, demostró que está en el mejor momento de su carrera; el boricua, que comienza a enfilar el ocaso de la suya.
Desde el palco siguieron el choque dos ilustres ex cajistas dedicados ahora a otros menesteres. En una esquina Nacho Rodríguez, elegante, de traje, no faltaba a la cita de su Unicaja. Nadie como él conoce los secretos de Aíto García Reneses. Quizá eso explicaba su sonrisa cuando más se complicó el choque. A su lado, Sergio Scariolo, que ha aparcado momentáneamente su condición de técnico del Khimki para meterse en la piel de seleccionador español. Ayer confirmó que Navarro sigue siendo Navarro, que Fran Vázquez tiene un hueco en el equipo nacional y que Cabezas puja fuerte en este final de temporada por una plaza al mando de la selección española en el Europeo de Polonia. Seis de los 11 últimos puntos cajistas llevaron su firma.
paso al frente
Una situación como la de ayer requería valientes que asumieran responsabilidades. Cabezas y Ndong volvieron a estar. Y alguno dio un paso al frente. Fue el caso de Carlos Jiménez, cuya labor e intensidad en ambas canastas fue encomiable, Joe Gomis, que se empleó con Navarro y fue crucial en el despegue del tercer cuarto, y Thomas Kelati, letal con su 4/5 en triples. El colectivo también suplió las bajas. Habrá que ver si mañana sucede algo similar en el Palau.
Nacho Rodrigo / Málaga
La afición del Unicaja anima con las bufandas en alto durante un lance del encuentro de ayer.
Sergio Scariolo saluda en el palco a Rafael Jiménez, gerente de Unicaja.
0 votosBerni Rodríguez compareció en el parqué del Carpena con unas muletas y Marcus Haislip, con unas bermudas y una camiseta blanca. El Unicaja afrontaba el segundo choque de su semifinal sin su capitán y sin su mejor jugador. Paulao Prestes se vestía por si hacía falta. El panorama engrandecía la dificultad de ganar al Barcelona. Pero el equipo malagueño se agarró a su afición, al mágico ambiente que se crea en el Carpena en cada partido de la importancia del de ayer. El pabellón cajista suplió las bajas y arropó a los suyos como tantas veces había hecho. Ni el triple de Andersen, que parecía culminar la remontada culé, logró apagar la fe.
La particular versión cajista del himno que la Legión entona cada Jueves Santo por las calles de Málaga se ha convertido ya en un canto de guerra. "Nadie sabía la guerra que este equipo les daría pero partido a partido la victoria se alcanzó", dice una de las estrofas retocadas por la afición malagueña. Algo sí debió pasar por la mente del Barça tras hincar la rodilla después de nueve victorias consecutivas ante el equipo malacitano en partidos de play off. El décimo le salió rana. Y ahora deberá buscar en el Palau el billete para la final.
ex cajistas
Cuatro ex cajistas se dieron cita anoche en el Martín Carpena. Sobre el parqué, Fran Vázquez revivió una vez más la pesadilla que supone para él regresar al pabellón malagueño. Pitos en su presentación, pitos cada vez que salía de la pista y pitos cada vez que volvía a ella. La afición cajista sigue sin perdonarle su marcha al Akasvayu. También de blaugrana (ayer de amarillo chillón), Daniel Santiago, el pívot del Unicaja campeón de Liga, que en su segundo partido en el Carpena como barcelonista sólo provocó indiferencia. El gallego, pese a su grisáceo partido de ayer, demostró que está en el mejor momento de su carrera; el boricua, que comienza a enfilar el ocaso de la suya.
Desde el palco siguieron el choque dos ilustres ex cajistas dedicados ahora a otros menesteres. En una esquina Nacho Rodríguez, elegante, de traje, no faltaba a la cita de su Unicaja. Nadie como él conoce los secretos de Aíto García Reneses. Quizá eso explicaba su sonrisa cuando más se complicó el choque. A su lado, Sergio Scariolo, que ha aparcado momentáneamente su condición de técnico del Khimki para meterse en la piel de seleccionador español. Ayer confirmó que Navarro sigue siendo Navarro, que Fran Vázquez tiene un hueco en el equipo nacional y que Cabezas puja fuerte en este final de temporada por una plaza al mando de la selección española en el Europeo de Polonia. Seis de los 11 últimos puntos cajistas llevaron su firma.
paso al frente
Una situación como la de ayer requería valientes que asumieran responsabilidades. Cabezas y Ndong volvieron a estar. Y alguno dio un paso al frente. Fue el caso de Carlos Jiménez, cuya labor e intensidad en ambas canastas fue encomiable, Joe Gomis, que se empleó con Navarro y fue crucial en el despegue del tercer cuarto, y Thomas Kelati, letal con su 4/5 en triples. El colectivo también suplió las bajas. Habrá que ver si mañana sucede algo similar en el Palau.
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